lunes, 19 de septiembre de 2011

Presentación del libro "Por las buenas o por las malas: las mujeres en la globalización. Jules Falquet

Tertulia entre Lorena Cabnal, Julio y todas las lesbianas y mujeres que estuvimos allí...




"Un número creciente de personas son, como hemos dicho, orilladas a buscar su salvación en la migración, ya sea hacia las ciudades en sus propios países, ya sea por fuera de estos.  simultáneamente, la mayor parte de los gobiernos de los países del norte, pero también los del sur, son conscientes de la necesidad de proveerse de mano de obra barata y dócil para asegurar las tareas materiales imprescindibles de la globalización y de la reproducción social.  Es manifiesto que la mano de obra migrante, pauperizada, pero en ocasiones muy calificada, es particularmente apropiada" (46p.)


 "La organización del neoliberalismo globalizado se acompaña de numerosas guerras 'abiertas', internacionales, regionales y locales." (70p)



















"Cuando se observa la realidad desde América Latina y el Caribe, es evidente que, incluso matizado últimamente por los efectos de la crisis financiera del 2009, el discurso optimista de que, al fin y al cabo, la globalización mejorará la vida de las personas, mal esconde el empeoramiento generalizado de la situación.  Las personas que no pertenecen a las categorías privilegiadas de la población mundial por su sexo, su nacionalidad, su 'raza' o su clase social son las primeras en notarlo(...) (171p)




Pensamientos de Lorena Cabnal sobre el libro y las realidades de las mujeres de esta tierra...




Quiero reconocer y valorar la complicidad feminista lesbiana que me convoco para recrear mi mente leyendo este libro. Lesbiradas.
Siento la necesidad de expresar mi reconocimiento a su autora: Jules Falquet, por elaborar y construir durante 15 años un tapete que hoy aporta desde su mirada, pensamiento, practica y compromiso político de su feminismo materialista, a los análisis y debates actuales sobre el impacto de la globalización neoliberal y patriarcal en la vida de las mujeres del mundo. Pero en particular, en América Latina, es decir en esta tierra nombrada por las comunidades originarias Abya Yala.


Desde los diferentes enfoques que existen en la actualidad para el abordaje de la problemática de la globalización neoliberal, considero que el pensamiento feminista de Falquet es importante, porque toma en cuenta las dimensiones de sexo, clase, raza y genero, como categorías de análisis sumamente relacionales en la historia, el tiempo, las estructuras, las expresiones y manifestaciones actuales de la globalización a la que ella nombra como neoliberal.


Plantea estas cuatro categorías como relaciones sociales de poder, estrechamente vinculadas e inseparables. Desde su punto de vista la globalización neoliberal, conlleva una profunda reorganización del sistema de producción, distribución y consumo a escala mundial, a lo largo del libro va planteando como también se inserta las dimensiones culturales, las cuales están íntimamente ligadas a las transformaciones económicas y político-ideológicas actuales.


Parte también desde la critica a la posición binaria de análisis geográfico, que divide al mundo desde Tercer Mundo y Primer Mundo, Oriente y Occidente, centro y periferia, países (sobre)desarrollados y países en desarrollo, (pos) colonias y (antiguos) países colonizadores, países ricos/enriquecidos y países pobres/empobrecidos


Retoma entonces a Chandra Mohanty, para situar su análisis desde los conceptos Sur, Norte, Este y Oeste, pues remiten a realidades políticas, históricas y plurales.


En su recorrido comparte la intencionalidad globalizadora que crea mecanismos específicos para el sostenimiento de su objetivo: La Aldea Planetaria, a través de los diferentes Servicios y de la creación de Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación.


Con la expansión inmediata de la globalización, nos comparte como las culturas se modifican y emergen nuevos movimientos sociales a partir de movilizarse al ritmo de la modernización y del progreso proclamado. Para esto la democracia globalizadora, crea condiciones también.
1Argumenta como, el continuum cíclico de expansión comercial, militar, cultural y política del capitalismo occidental, se reconfigura para dar auge a la globalización neoliberal. Mientras otros lo ven como un fenómeno meramente de cambio, no de continuidad.


Efectúa una crítica al concepto de globalización, porque considera que posee características especificas que tiene tendencia antiguas y profundas, y que lo que generalmente se difunde en su contenido conceptual puede abarcar niveles de análisis en lo económico, político, cultural e ideológico, pero carente de las dimensiones de género.


Nos lleva a través de una cronología de como se instaura el fenómeno globalizador entre potencias, y luego como se expande en el mundo a través de la doctrina neoliberal estadounidense, de allí la constitución de Instituciones mundiales como la OMC entre otras.
Además como desde la antigua Unión Soviética y en México, donde después de la firma del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá en 1994, se han incrementado los millonarios y ricos; hombres adultos o mayores, de clase alta, mayoritariamente blancos, occidentales, mientras que a su vez se están empobreciendo, principalmente mujeres y niñas, campesinas, obreras, habitantes del Sur y racializadas.


Comparte entonces que la globalización neoliberal refuerza global y dialécticamente la brecha entre los niveles de bienestar y de riqueza entre los sexos, entre las clases y entre las «razas».


Asimismo el desmantelamiento del pacto socialdemócrata que se instaura en los países latinoamericanos, es justamente para provocar la destrucción del Estado de bienestar a través de los Planes de Ajuste Estructural, donde las mujeres son las más afectadas, y ello conlleva desde empleadas en el sector público, hasta en las políticas sociales donde se pierden sus beneficios, con lo cual se ven nuevamente obligadas a realizar tareas de reproducción social de las que el Estado no asume.


Aumenta la migración de mujeres para el trabajo de casa particular, pero también de mujeres ejecutivas migrantes, por pago de mano de obra barata sustituyendo la mano de obra local, por la inversión de costos y la sobrecarga de trabajo de aquellas mujeres que asumen cargos ejecutivos en el marco del desarrollo del trabajo neoliberal.


Se modifica también el mercado del trabajo, a partir de reformas legislativas que reducen drásticamente los derechos laborales.
el trabajo de las mujeres —precario, flexible, devaluado—como ella lo nombra constituye, de algún modo, el nuevo modelo de trabajo impuesto al conjunto de la población el caso del arquetipo del obrero se está volviendo el de una joven obrera de maquiladora en las «zonas francas», afirma.


Con este auge de modernización, nos comparte en su análisis como desde hace más de veinte años, el mundo rural se ha industrializado, a partir del desarrollo de monocultivos para la exportación. Con ello la situación de la tierra privatizada aumenta cada día, y a ello se suman el acaparamiento de otros recursos o bienes naturales como el agua para el riego. En esta situación son las mujeres rurales e indígenas las más afectadas y quienes sufren el mayor impacto y costos de la modernización.


En tanto que la ONU, el FMI y el Banco Mundial apoyan las grandes operaciones de acaparamiento de las tierras que quedan, para crear «reservas naturales», complejos turísticos, zonas militares y complejos penitenciarios, comerciales o urbanos.

Hace una análisis también de la situación migratoria de las mujeres que cada día va en aumento, buscando como salvar la vida y la de las familias, trabajando en condiciones inhumanas y a bajísimo costo. En este caso plantea que es la mano de obra femenina y rural, que aumenta, por había quedado parcialmente fuera de las relaciones de producción asalariadas (Lautier 2006).


La soberanía ha tomado una nueva forma, compuesta por una serie de organismos nacionales y supranacionales unidos bajo una lógica única de gobierno. Esta nueva forma mundial de soberanía llamada Imperio el Estado como actor ha perdido peso. El Estado-nación, en especial, está siendo fuertemente confrontado por los movimientos étnicos o los nacionalismos internos.


En esta maraña en que nos mete a vivir de la manera mas indignante la globalización neoliberal, también comparte reflexiones entorno al rol que juegan las ONG y las instituciones internacionales, pues en esta lógica también se han multiplicado y transformado, tanto en diversidad, como recursos humanos y presupuestos.


Comparte que uno de los discursos de legitimación del neoliberalismo consiste en afirmar que la situación actual representa un progreso, porque permite un mayor acceso al mercado de trabajo, especialmente a las mujeres, y por lo tanto, a mediano plazo conduce a la igualdad entre los sexos.


Analiza la relación y como se configurado lo que nombra como el “par fatal, el hombre en armas y la mujer de servicios”, en esta parte me parece interesante como plantea el rol de los sexos en el nuevo mercado de trabajo informalizado y transnacionalizado, donde para ella está basado en uno de los arquetipos de género: el hombre como guerrero y la mujer como botín.


El abordaje que hace en esta parte, va desde el trabajo de limpieza y de mantenimiento, en las colectividades, para las empresas y en las casas particulares, hasta, las actividades asociadas al «servicio sexual» asimismo como para los hombres, el «trabajo» consiste en ubicarse detrás de un arma: en un ejército, una policía, una mafia, una prisión, un supermercado, un burdel, una zona residencial, un jardín público, una guerrilla, una «organización terrorista» o una pequeña banda local.


Asimismo como se manifiesta la violencia sexual de los hombres en armas, contra las mujeres a partir de las brechas delgada entre trabajo sexual y servicio, los matrimonios transnacionales, arreglados vía internet, la prostitución y la pornografía, los hombres en armas crean una demanda del trabajo sexual, las mujeres crean una oferta en la mano de obra barata


Los hombres en armas tanto en guerra abierta, referida a las guerras sostenidas en lo local, internacional o regional, pero también la guerra de baja intensidad, que apuntan contra la sociedad civil, provoca ahondar en como agreden a las mujeres en medio de estos contextos.


La violencia de los «hombres en armas» contra las mujeres juega un papel fundamental en la globalización. Desde como se combina la violencia en lo intimo con la violencia de la guerra «anti/terrorista» la multiplicación de las guerra obliga mayoritariamente mujeres y niñas, a huir y pasar largos años en el exilio o en campamentos y refugios, precisamente en una época en que muchos Estados van imponiendo políticas migratorias cada vez más desfavorables contra las migrantes y refugiadas. Así también el aparente afianzamiento de las prácticas de abortos selectivos de fetos femeninos y de desatención a las niñas, ha llevado a la «ausencia» de más de cien millones de mujeres, solo en Asia. Asimismo a que se incrementen los femicidios a nivel mundial

En relación de las luchas que ha mantenido el movimiento de mujeres y feminista, hay que resaltar que hace un análisis de cómo por una parte este movimiento es atacado en sus reivindicaciones, pero también acerca de las dificultades para formar alianzas internacionales, mediante las sospechas lanzadas sobre las mujeres y en particular sobre las feministas «del Sur», quienes se estarían «occidentalizando»1


Sin embargo, el neoliberalismo también posee una manera de entrarle a las mujeres, como dice su autora en el título del libro, por las Buenas. Ella lo caracteriza como una cara sonriente, un rostro consensual y seductor, que le confiere su fuerza. Lo cual ha nacido a partir de acciones de las instituciones internacionales creadas después de la Segunda Guerra Mundial: la ONU, el FMI y el Banco Mundial, donde integran en su seno, reformular el antiguo proyecto de «desarrollo» de las décadas del setenta y ochenta, dándole matices «ecológicos» y «de género».


Esta parte que ella ha dedicado el capitulo tres, pienso que es importante en relación de fortalecer el debate del feminismo institucional y sobre que lógica globalizadora y neoliberal inserta varias de sus acciones. Pues ella nombra una cantidad considerada de instituciones internacionales que articulan estrategia para cooptación del trabajo y pensamiento feminista, para legitimar la globalización neoliberal bajo la bandera de un desarrollo «consensual».
De allí la puesta en debate de la corriente que se autonombró «autónoma» del feminismo latinoamericano y del Caribe, la cual debate de manera activa sobre la «ONGización» y la institucionalización del movimiento desde su sexto encuentro.


Otro elemento de análisis es el «desarrollo sostenible» y cómo la ONU se ha vuelto «protectora» del medio ambiente y ha establecido institucionalidad, acciones y recursos para su preservación, a partir de las presiones del movimiento ecologista, pero tanto las convenciones, diversas que ha creado, así como las Cumbres de la tierra para proponer una agenda donde tome el control del planeta, a partir de su revolución verde, como promover una importante participación de la «sociedad civil».


En este sentido conviene hacer mas exhaustiva la investigación feminista acerca de cómo se produce la expropiación de conocimiento de las mujeres indígenas en relación a sus formas de vida integral, y que estos conocimientos son reciclados para el discurso y contenido de la moda globalizador de restablecer la naturaleza de manera colectiva, para las nuevas generaciones.
Plantea también acerca del interés de financiamiento de la ONU, al movimiento de mujeres y feminista, incluida la lucha para el aborto libre y gratuito, con lo cual se vuelve un «esfuerzo hacía la maternidad voluntaria», el cuestionamiento de la heterosexualidad como institución política se convierte en lucha por la tolerancia de múltiples «preferencias sexuales». Finalmente, comparte como la alocada ronda de conferencias y reuniones de la ONU a lo largo y ancho del planeta absorbe el tiempo y la energía de las mujeres y de los grupos feministas.


Nos invita a revisar entonces esa generosa preocupación de la ONU hacia las mujeres, ampliamente respaldada por el FMI y el Banco Mundial, y como dicha generosidad cambia de rostro. Porque continua contando que la noción de «sobrepoblación», fuertemente criticada por las feministas del Sur, esconde una teoría racista, sexista y profundamente perversa, que presenta a las mujeres latinas, indígenas, negras, árabes y asiáticas como «demasiado prolíficas» y por lo tanto culpables de su propia pobreza, responsables del hambre en el mundo y de la presión sobre el medio ambiente.


Con ello, la instauración, y seducción a las mujeres a partir de establecer las políticas de microcréditos en el marco de su «lucha contra la pobreza», las endeuda, las explota y aportan al sostenimiento del sistema globalizante, neoliberal y patriarcal.


Se presiona entonces a que nos debemos integrar a la corriente principal de desarrollo, porque esa es la tendencia y el mandato, de lo contrario no hay acceso a recursos y a modernidad.


En esta revisión conceptual que efectúa de los términos en que las mujeres somos consideradas pobres, vienen de la nueva conceptualización del pensamiento y teoría neoliberal globalizante, pues aunque el Banco Mundial (2000) haya reconocido que la pobreza es un fenómeno multidimensional que no puede reducirse a una dimensión material, ella analiza que continúa midiéndola exclusivamente en términos monetarios.


Salen a relucir entonces luchas globalizantes como La lucha contra la corrupción como mecanismo para intervenir en el campo político, «Participación» y «buena gobernanza»: un medio para cooptar los movimientos sociales.


Continuar el libro con tres preguntas a los movimientos sociales «progresistas», me ha provocado sentirle mas sabor a esta lectura, en este sentido ella comparte un acercamiento de cómo dentro de los movimientos revolucionarios en México, Salvador y Brasil: el FMLN, el EZLN y el MST, incluido el movimiento feminista, debe cuestionarse acerca de ¿Qué pasa con la división sexual del trabajo que reproducen en su interior? ¿Cuáles son los tipos de familia sobre los cuales estos movimientos se construyen y qué modelos de familias proponen de hecho para la sociedad?, luego hay una parte siguiente que me hace sentir como mujer indígena en coherencia con mis atrevimientos y cuestionamientos: para aquellos que apuntan explícitamente hacia la defensa y la promoción de determinada «cultura» (una cuestión candente hoy), ¿En qué medida esa «cultura» es para encabezar un proyecto revolucionario nacional favorable a las mujeres?


Yo me la replanteo: en que medida la revitalización de nuestra cultura como mujeres indígenas xinka es para seguir refuncionalizando las opresiones históricas contra las mujeres, y para sostener las formas globalizadas neoliberales que se han contextualizado en nuestros cuerpos y territorios?


Y es que así como Jules Falquet, hace una critica acerca de la división sexual del trabajo revolucionario, también plantea como dentro de los movimientos Progresistas, se sigue manteniendo la estructura de familia patriarcal, donde no se cuestiona como un lugar de opresión, de explotación y de violencia, así como un refugio contra una sociedad global racista, y heterosexual.
Y aunque la espiritualidad ha sido central en la resistencia a la esclavitud entre los pueblos originarios y afros, ella invita a reflexionar acerca de la división sexual del trabajo y la predominancia de las autoridades masculinas en muchas de sus prácticas, esto revitaliza mi pensamiento, pues soy una de las que esta pronunciándose contra el patriarcado ancestral u originario y contra el patriarcado occidental.


Termina preguntando....
¿Quién paga la resistencia a la globalización neoliberal?
Las mujeres, desde sus diferentes espacios de lucha y desde sus diferencias, comparte el ejemplo de cuando las mujeres indígenas desean modificar «la tradición», pueden ser objeto de una sospecha gravísima: querer acabar con su propia cultura. Y como la actual lucha contra la globalización neoliberal complica las cosas.  (y de las mestizas, cuando hacen parte del grupo dominante). Dada su posición dominante, en muy pocos casos se les pide tomar una posición en relación con su cultura.


También casi al final la propuesta de Margarita Pisano, de erradicar la cultura dominante: masculina- patriarcal, invita a ubicarnos en otra esquina para mirar, pensar y comenzar a dibujar el boceto de una nueva sociedad» (Pisano 2001).
¿Pero de qué cultura (patriarcal) estamos hablando?, pregunta la autora: ¿de la de los Indígenas, de los negros, de los blancos? Porque, en realidad, lo que las mujeres occidentales-blancas deben enfrentar es su responsabilidad específica con la «cultura» particular definida por los hombres occidentales-blancos.
Con esta última pregunta me parece que es donde podemos seguir hilando el pensamiento, las reflexiones y los debates desde nuestras miradas feministas diferentes, y para darme chance a la palabra tejida con ustedes, solo quisiera decir que desde esta identidad política como feminista comunitaria, y desde esta identidad étnica como mujer indígena maya xinka, pienso que este libro es una posibilidad para recrear el pensamiento feminista desde nuestros diversos espacios de luchas, pero también para reconocer nuestras resistencias, nuestros atajos y caminos construidos en complicidades feministas, lo cual considero que seria importante de sistematizar y socializar, para fortalecer las acciones que las mujeres hacemos históricamente frente a los sistemas de opresión: capitalista, patriarcal, racista, colonialista, globalizador neoliberal y lesbofobico.
Por eso esta ultima pregunta me invita a reflexionar acerca de cómo dentro de mi cultura étnica, ha habido también condiciones para acoger las manifestaciones, expresiones, opresiones y seducciones de la globalización neoliberal, me hace cuestionar como nuestros cuerpos están siendo presupuestados, valorizados y definidos en este auge de la globalización neoliberal patriarcal, y acerca de que caminos estamos tejiendo actualmente para ir configurando nuestra propuesta, nuestro proyecto político emancipatorio desde las mujeres feministas, para la plenitud de la vida.

Lorena Feminista comunitaria maya-xinka

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